Issa Seye
29 de mayo de 2012. Vendedor ambulante en el centro de Barcelona. Fue perseguido por dos guardias urbanos en moto de los que intentó escapar. Una de las motos lo persiguió varias calles gritándole “Para, negro de mierda”. Issa cayó al suelo durante la persecución y la motocicleta le pasó por encima, rompiéndole una pierna. Otro ciudadano que intentó ayudarlo fue empujado por uno de los agentes. Él denunció al agente, pero el caso fue archivado al no poder demostrar la mala intención del agente. Actualmente, se ha iniciado un nuevo proceso judicial reclamando la responsabilidad del Ayuntamiento de Barcelona.