Deyanira Caicedo
Hace 17 años que vive en Cornellá. Esa madrugada de 2012 regresaba del hospital tras conocer a su nieta recién nacida y se había quedado charlando con familiares y amigos frente a su casa. Un grupo de agentes de la policía local les pidió la documentación. Ella trató de defender a su amiga cuando la subieron al coche patrulla, por no tener la identificación en ese momento. La tiraron al suelo, se le subieron encima y golpearon con patadas y porrazos. La amordazaron para que no se oyeran sus gritos e insultaron durante las agresiones y el traslado a la comisaría.
Fue denunciada por atentado a la autoridad y archivaron su denuncia contra la policía. Finalmente fue absuelta en el juicio.